Joan Merli (1901-1995), tuvo un papel muy destacado en por lo menos tres iniciativas editoriales muy importantes: la revista barcelonesa ART (1933-1936), la editorial Poseidón, nacida en Buenos Aires (1942) y subsumida en los años noventa en la editorial barclonesa Apóstrofe, y la revista también bonaerense Cabalgata (1946-1947), que ha pasado a la historia, entre otros motivos, porque en sus páginas apareció uno de los primeros cuentos de Julio Cortázar, “Lejana” (en el número de febrero de 1948) y albergó textos también de eminentes republicanos españoles exiliados en Argentina, como Francisco Ayala, María Teresa León o Rafael Alberti por poner algunos ejemplos.
Debemos también a Joan Merli que vieran la luz unos cuantos libros singulares, como Óssa menor: fi dels poemes d´avantguarda (1925), obra póstuma del gran poeta vanguardista catalán Joan Salvat-Papasseit (1894-1924), que se publicó con dibujos de su buen amigo Josep Obiols (1894-1967), o la influyente antología 33 pintors catalans (1937), de enorme importancia para la crítica artística en aquellos años, entre otros.

Estatua en homenaje a Salvat- Papasseit en el puerto de Barcelona.
Ya antes de su exiliarse a Buenos Aires al término de la guerra ciivil española, Joan Merli había destacado en Barcelona desde muy joven como un incombustible agitador cultural, que vivía a medio camino entre las artes plásticas, el mundo del libro y la escritura, sin olvidar la rica vida de tertulias culturales, y que había puesto en puso en pie iniciativas muy interesantes que revelaron a grandes artistas.

Un volumen de Els Poetes d´Ara (Edicions LIRA), prologado por Carles Riba.
Nieto por línea materna del famoso dibujante Jaume Pahissa i Laporta (1846-1928), Joan Merli no se libró de iniciarse de muy joven en la fabrica textil familiar, pero la vocación le llevó muy pronto a los libros, y con apenas veintidós años creó dentro de las Edicions Lira la prestigiosa colección Els Poetes d´Ara (1923-1924), destinada a dar a conocer a los nuevos poetas catalanes del momento, bajo la dirección literaria de Tomàs Garcés (1901-1993), amigo desde la infancia y muy influenciado por Joan Salvat Papasseit. Junto a una modesta pero cuidada presentación, un poco en la línea de lo que poco más tarde haría Josep Janés con sus Quaderns Literaris, y precedidos de estudios preliminares de firmas muy reputadas en esos tiempos (Alexandre Plana, Carles Riba, Manuel de Montoliu, Josep Mª Junoy), Els Poetes D´Ara llegó a publicar treinta y seis volúmenes, todos ellos a tan sólo 75 céntimos, el primero de los cuales estuvo dedicado a Josep Pijoan (1881-1963), y al que seguirían otros dedicados a Salvador Albert, Gabriel Alcover, Joaquim Folguera, Maria Antonia Salvà, Millàs-Raurell, Josep Sebastià Pons (o Joseph Sébastien Pons), Marià Manent, Clementina Arderiu…
Con La mà trencada, el 6 de noviembre de 1924 las flamantes Edicions Joan Merli se lanzan a la edición de pequeñas revistas. Se trata de una muy elegante y cuidada publicación dedicada a la literatura (prosa y poesía) y al arte (con numerosas reproducciones), en cuyas páginas pueden encontrarse colaboraciones de los grandes escritores y críticos catalanes del momento, como Josep Maria de Sagarra, Josep Carner, Carles Soldevila, Joan Crexells Josep M. López-Picó o Agustí Esclasans, así como reproducción de obras de Gargallo, Nogués, Obiols y Picasso, entre otros, y fue escenario de una interesante polémica acerca de poesía vanguardista entre Esclassans y Soldevila. Publica desde breves ensayos de arte, pasando por poemas, fragmentos de novela y fotografías de obra artística, y se vendía a una peseta el ejemplar único, con la posibilidad de suscribirse trimestralmente (seis números) a un duro (cinco pesetas). Lamentablemente, aparecieron seis números solo, el último fechado el 31 de enero de 1925.

Agustí Esclasans.
Sin embargo, el 16 de marzo de ese mismo año Merli vuelve a la carga, con una propuesta formalmente tan sobria y elegante como la anterior pero más modesta, Quatre coses. Se trata, literalmente, de cuatro páginas que combinan como su predecesora géneros literarios y reproducción de obra artística. A título de ejemplo, en el primer número las páginas 1 y 2 están dedicadas a un texto en prosa de Josep Maria Millàs Raurell (1896-1971), la tercera a la reproducción de una pintura al óleo de Jaume Gurdia (1875-1935) y cierra un poema de Rosend Llates (1899-1973). Al precio de una peseta la suscripción mensual (dos números), Quatre coses llegó a publicar dieciséis entregas, siendo Llates y Millàs Raurell los autores más asiduos, a los que se añadieron Agustí Esclasans, Carles Soldevila o Carles Riba, que en el número 6 (31 de mayo de 1925) publicaba su interesantísimo y largamente debatido ensayo “Una generació sense novel·la”.
Poco posterior es la edición del hoy mítico libro Óssa menor: fi dels poemes d´avantguarda (1925), de Joan Salvat-Papasseit (1894-1924), que se preparó a partir de un corpus de textos inéditos que se halló bajo la almohada del poeta, y que Agustí Esclasans se ocupó de ordenar, preparar y editar para su publicación.

Caligramas de Óssa Menor, de Joan Salvat-Papasseit.
En los años siguientes, Joan Merli se centra su energía en el arte (pintuar y escultura) como coleccionista, marchante y promotor. Establece inicialmente en la calle Avinyó de Barcelona una Sala Joan Merli, que enseguida traslada a las prestigiosas Galeries Laietanes propiedad de Santiago Segura. Allí crea una Organización Joan Merli, con un por entonces novedoso sistema mediante el cual los socios coleccionistas podían hacerse con la obra de nuevos valores de la pintura catalana mediante un sistema de cuotas (de 25 pesetas mensuales). Cuando en octubre de 1928 aparece el primer número de la revista Les Arts Catalanes (en buena medida destinada a promocionar a sus autores), Joan Merli tenía ya como clientes a una extensa pléyade de artistas catalanes o establecidos en Cataluña: Carme Cortés, Bosch-Roger, Camps-Ribera, Francesc Gimeno, Marquès Puig, Josep Prim, E.C. Ricart, Miquel Vila, Julián Castedo, Jaume Mercader, Josep F. Ràfols, Joan Rebull, Isidre Nonell, Josep Granyer y Rafael Barradas.

Cubierta de 33 pintors catalans (1938).
Les Arts Catalanes, profusamente ilustradas, con números casi monográficos sobre los artistas, notas de prensa, información sobre novedades bibliográficas y muchas reproducciones de obras pictóricas y escultóricas, llegó sólo al número 8 (mayo de 1929), pero de nuevo Merli se apresuró a sustituirla, en ese caso por un proyecto más ambicioso y de más larga vida: los veinte volúmenes de las Monografies d´Art (donde un famoso escritor escribía sobre un prometedor artista) y por el semanario de artes y letras L´Horitzó.

El logo de la colección Biblioteca a Tot Vent (editorial Proa), es obra de Josep Obiols, uno de los artistas más ligados a Merli.
En 1932 Joan Merli se convierte en secretario de la Junta Municipal d´Exposicions d´Art, y en condición de tal crea la celebérrima revista ART (1933-1936), en cuyo primer número ya destaca el citadísimo artículo “Picasso y Barcelona”, de Rafael Benet, acompañado además de La vida (1903) y otras obras del artista malagueño. De hecho, a este texto de Benet lo acompañan sólo “Xavier Nogués, decorador”, de Josep Llorens i Artigas, “El pintor Feliu Elias”, de Joan Cortés i Vida, y “La pintura d´Ignasi Mallol”, por Josep Maria Capdevila, y de las 32 páginas de la revista sólo 8 están destinadas a texto, mientras que el resto se reserva para la reproducción de obra artística. Sobre todo en la importancia concedida a la parte gráfica, ART toma como modelo evidente los Cahiers d´Art fundados en 1926 por Christian Zervos en París, que habían contribuido a dar a conocer a artistas como Kandinsky, Klee, Arp, Matisse, Bracque o Picasso (de quien publica el primer catálogo), pero también a importantes poetas, como Paul Éluard.

Una portada de los Cahier d´Arts de Christian Zervos (1889-1970), que incluyó textos de René Char, Georges Duthuit y Paul Éluard, entre otros.
El poeta y editor Agustí Esclasans se encontraba a menudo con Merli en el café Euskadi (inaugurado la Nochebuena de 1932 en Caspe/Paseo de Gracia y rebautizado en 1939 como Navarra), donde en aquellos años coincidían dos tertulias de jóvenes escritores y artistas bastante importantes. El editor Josep Janés (1913-1959) se reunía a menudo allí con algunos de sus autores y colaboradores, como Joan Vinyoli, Josep Maria Miquel i Vergés, Xavier Benguerel, Emili Grau Sala, Joan Teixidor, Sebastià Juan Arbó, Ramon Xuriguera, Martí de Riquer o Ignasi Agustí. Y, estableciendo vasos comunicantes, Joan Merli capitaneaba una tertulia en la que había varios artistas muy prometedores: Josep Maria Prim, José Miguel Serrano, Ricard Serra, Emili Bosch-Roger, Martí Llauradó, Montserrat Fargas, Carme Cortés, Josep Viladomat, Emili Grau Sala… En sus memorias Esclasans describe al Merli de aquellos años como “ágil, nervioso, vivo como una centella, manejaba proyectos constantemente, y, peor todavía, los llevaba a cabo”.
La guerra civil española truncó en buena medida esta trayectoria tan prometedora de Joan Merli. Durante el período bélico Merli fue autor de una de las muy escasas novelas propiamente bélicas escritas en catalán, La mort m´ha citat demà (Llibreria Nova, 1938), así como de la primera monografía dedicada a Isidre Nonell (1938) y el drama en tres actos L´amor es una altra cosa (1936), colaboró como jefe de redacción en la revista Meridià y preparó uno de sus mejores libros, 33 pintors catalans (Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya, 1937) que, en palabras de Maria Lluïsa Borràs, “definía las bases de un estilo de pintura figurativa de base noucentista” y que estableció un canon de la pintura figurativa catalana que triunfó (Rafael Benet, Emili Bosch-Roger, Xavier Nogués, Feliu Elias, Josep Mompou, Josep Togores, Josep Obiols, etc.).
La obra creativa de Merli no retomaría la línea ascendente que había descrito durante los años veinte y treinta hasta su llegada a Buenos Aires.

Decoración mural de Xavier Nogués de la bodega de las Galeries Laietanes, sede de célebres tertulias artísticas.
Fuentes:
Arca. Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: http://www.bnc.cat/digital/arca/index.php
Maria Lluïsa Borras, “El canon de la pintura figurativa catalana”, La Vanguardia, 18 de mayo de 2001, pp. 8-9.
Agustí Escasans, La meva vida, vol I (1920-1945), Barcelona, Selecta (Biblioteca Selecta 222), 1957.
María Amalia García, “El señor de las imágenes. Joan ¡Merli y las publicaciones de artes plásticas en Argentina en los 40”, en Patricia Atundo, ed., Arte en Revista. Publicaciones Culturales en la Argentina, 1900-1950, Rosario, Beatriz Viterbo, 2008, pp. 167195.
Enric Jardí, “Joan Merli, un acte de justícia”, La Vanguardia, 25 de junio de 1981, p. 25.
Joan Merli, “Papers vells”, Ressorgiment (Buenos Aires), núm. 294 (enero de 1941), pp. 4.744-4.745.
Olga Spiegel, “El centenario de Joan Merli rescata la figura de un promotor de arte olvidado”, La Vanguardia, 11 de mayo de 2001, p. 43.
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