En un repaso muy somero a algunos protagonistas de la labor llevada a cabo por los exilios republicanos en el ámbito de la edición, Francisco (Pancho) Pérez González ( 1926-2010) contaba en septiembre de 2004 en la Casa de América de Madrid:«Pelayo Sala fue un impulsor ejemplar del mundo de la edición y la distribución en Chile; un hombre que tuvo responsabilidades importantes en la Generalitat de Catalunya, lo mismo tengo que decir de Joaquín Almendros», y aún añadió más adelante durante las mismas jornadas:
[Joan Grijalbo] nunca contó demasiadas batallitas y eso tiene su mérito, y lo diferencia de los que vinieron de allá. Pensaba que había que recordar la guerra civil, pero sólo hablaba de estos temas y de todo aquello con personas cercanas, En el fondo, él, como Pelayo Sala, como Joaquín Almendros, fueron personas que nunca olvidaron esa oportunidad que les dio el exilio, que siempre formó parte de su vida, de sus vivencias, eran sus secretos. En ningún caso fueron poniéndose escarapelas, como otros que sin mérito alguno sí se las pusieron.
Resulta interesante que uno de los fundadores de Taurus pusiera en relación a Joan Grijalbo (1911-2002) y Joaquim Almendros con Pelai Sala i Berenguer (1909-2002), porque con el segundo compartió exilio e inquietudes profesionales en Chile, pero con el primero incluso se asoció para poner en pie la que sería distribuidora en ese mismo país de editoriales tan emblemáticas de la cultura española como Ruedo Ibérico o Gredos, entre otras.
Procedente de Cadaqués (Girona), Pelai Sala se había licenciado en derecho en la Universidad de Barcelona y con apenas veintidós años abrió un bufete de abogados en la calle Urgell, número 20, al tiempo que poco después, en 1932, entraba en la Unió Socialista de Catalunya (una escisión soberanista del PSOE, que después de la dictadura de Primo de Rivera coincidió en muchas iniciativas con Esquerra Republicana de Catalunya), de la que muy pronto se convirtió en secretario comarcal. A partir de ese momento, compaginó la actividad política con la abogacía, y en las elecciones generales de 1936 se convirtió en el diputado más joven de la legislatura.
En junio de ese mismo año entró en el recién creado Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), y ya durante la guerra fue magistrado en la Audiencia Provincial de Barcelona, subsecretario de la Conselleria de Justícia y desde octubre de 1937 miembro del recién creado Tribunal Especial d’Espionatge i Alta Traició.
Una vez terminada la guerra, llegó inicialmente a Buenos Aires, donde uno de sus primeros empleos fue en una agencia de seguros, pero progresivamente va introduciéndose en los círculos culturales del exilio republicano en la capital argentina y a mediados de 1941 figura como uno de los miembros de la revista Pensamiento español (1941-1944), que se definía como «democrática, republicana y popular» y que contaba con una dirección literaria de lujo (Francisco Ayala, Ricardo Baeza y Clemente Cimorra). Publicó allí artículos de tema político, por lo menos en los números 2 («Nacionalismos») y 7, pero la aparición en el número de noviembre de 1941 de un texto, que parece inspirado por el general y miembro del directorio de la revista Vicente Rojo (1894-1966), en el que se criticaba la visita del lehendakari José Antonio Aguirre (1904-1960) a Buenos Aires y al nacionalismo no español en general («La unidad española y los nacionalismos») hizo que Pelai Sala, con Alfonso Castelao (1886-1950), Ramón Rey Baltar (1882-1969) y Manuel Serra i Moret (1884-1964), abandonara el consejo de redacción. Con Serra i Moret volvió a coincidir en la creación en Buenos Aires de la Societat Catalana d’Estudis Polítics, Económics i Socials (que Moret presidió y de la que Sala fue secretario, con Pere Mas i Perera).
En el ámbito más profesional, en 1944 aparecen sus Ediciones del Tridente, que imprimía en los Talleres Gráficos San Martín y una de cuyas primeras colecciones, con diseños de cubierta de Pedro Pelissier y traducciones del escritor español exiliado en Uruguay José Mora Guarnido (1894-1967), estuvo dedicada a las biografías (Vidas Apasionadas): La doble vida de Gerardo de Nerval, de René Bizet (1887-1947), La vida atormentada de Alfredo de Musset, de John Charpentier (1880-1949), La vida novelesca de Alejando Dumas padre, de J. Lucas-Dubreton (1883-1972)…
Del año siguiente son el poemario del cirujano y traductor científico Estanislao Lluesma Uranga (1909-1968) Palestra y balcón, que lo firma como Claudio de la Roca, así como el arranque de la colección Imago Mundi, en la que aparece la traducción de Mora Guarnido de Las grandes corrientes de pensamiento antiguo, de Albert Rivaud, y Europa siglo XIX. Crónica de los tiempos que heredamos, de quien fuera compañero en Pensamiento español Mariano Perla, quien en 1938 había publicado con Cimorra, Eduardo de Ontañón y Jesús Izcaray Madrid es nuestro (que obtuvo el Premio Nacional de Literatura ex aequo con Acero de Madrid, de José Herrera Petere), Los mil años de Roma, del excoronel del ejército republicano Manuel Gurrea, o Los sitemas filosóficos, de André Cresson, traducidos por la escritora republicana exiliada en Argentina y madre del popular humorista José Luis Coll Angustias García Usón (1909-¿?).
También de 1945, fuera de colección, es el libro generosamente ilustrado del ya mencionado Clemente Cimorra (1900-1957) Historia de la tauromaquia. Cronicón español, así como la novela de Joseph Kessel Los Maudru.
Otra de sus colecciones, ilustrada, fue La Gran Aventura, que dirigía el americanista malagueño Félix Molina Téllez y que se estrenó con Desde los mitos lunares al radar (1946), de John Dewell, y prosiguió con Leyendas de la tierra americana (1946), de Blanca N. Tschudy, La serpiente de la medicina y en el folklore (1946), de Tobias Rosenberg…
Aún de 1946 son Cincuenta años de cine, del crítico cinematográfico barcelonés Francisco Madrid (1900-1952), Andrés Bello, el primer humanista de América, del filólogo catalán exiliado en Venezuela Pere Grases (1900.2004) y la biografía de San Ignacio de Loyola escrita por Christopher Hollis, cuya curiosidad reside en haberla traducido la esposa del editor, Gina H. de Sala, si bien, como se indica en la portadilla, la revisó Antonio Ennis.
Antes de acabar la década, Pelai Sala estableció su residencia en Santiago de Chile, en cuyo Casal Català se mostrará muy activo y del ocupará los cargos de secretario y vicepresidente, fundará la Institució de Cultura Catalana y durante el año 1954 dirige el programa radiofónico Hora Catalana. Además, en 1962 preside el comité organizador de los Jocs Florals en Santiago de Chile.
En cuanto a la actividad profesional, se reorienta entonces hacia la importación y distribución de libros, con la creación de la empresa Sala y Vila, para posteriormente dirigir la delegación chilena de Grijalbo y acabar asociándose con esta empresa en Salas y Grijalbo. En los años sesenta, no es raro ver en la portadilla de muchos libros de Gredos el pie «Editorial Gredos, Madrid/ Salas y Grijalbo Ltda., Santiago de Chile», además de hacer llegar al país tanto la revista Ruedo Ibérico como algunos libros de la editorial homónima. Al inicio de la década de 1970, y asociado con Ramon Trepat Pinilla (fundador en 1958 de la editorial y distribuidora Bibliográfica Internacional) y el argentino Bernardo Lerner Stolerman, compra a Samuel Muñoz Vega lo que quedaba de la Editorial O’Higgins, pero (salvo error) no parece que ésta recuperara la actividad.
Fuentes:
Esther Barrachina, «Sala i Berenguer, Pelai», en Manuel Aznar Soler y José Ramón-López García, eds., Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 4, Sevilla, Gexel-Renacimiento, 2016, p. 283.
Germán Loedel Rois, Los traductores del exilio republicano español en Argentina, tesis presentada en la Universitat Pompeu Fabra en 2012.
César A. Núñez, «Una nota desconocida de Rafael Dieste, sobre Alfonso Pastor, en la revista Pensamiento español (1942). Tensiones y conflictos en el exilio republicano en Argentina», Nueva Revista de Filología Hispánica, vol. LXVII, núm. 1 (2019), pp. 155-199.
Antonio Lago Carballo y Nicanor Gómez Villegas, Un viaje de ida y vuelta. La edición española e iberoamericana (1936-1975), Madrid, Siruela (El Ojo del Tiempo 9), 2006.
Fernando Larraz, «Tridente, Ediciones del», en Manuel Aznar Soler y José Ramón-López García, eds., Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 4, Sevilla, Gexel-Renacimiento, 2016, p. 482.