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Exiliados republicanos españoles en la colección de Juan José Arreola Los Presentes

La pervivencia de la literatura catalana durante las primeras décadas del franquismo se sustentó sobre todo en las diversas plataformas editoriales, generalmente modestas, que los propios exiliados crearon en los países que los acogieron. Sin embargo, hay algunos casos singulares, como la publicación en 1955 del poemario de Ramon Xirau L’espill soterrat ‒que incluye algunos textos aparecidos previamente en la revista Pont Blau y prologó Agustí Bartra(1908-1982)‒, que encontró acomodo en la segunda etapa de la colección Los Presentes y constituye en ella el único título en una lengua que no es la española. No escasearon los escritores exiliados, y en particular los exiliados como consecuencia de la guerra civil española, que vieron publicados alguno de los primeros, cuando no el primero, de sus libros.

El título de esta colección, que ha pasado a la historia por haber dado la alternativa a diversos autores luego importantes, procede de unas compilaciones que en el siglo XIX hicieron célebre el escritor e impresor Ignacio Cumplido (1811-1887), y fue fundada en 1950 por un grupo encabezado por el escritor Juan José Arreola (1918-2001) del que formaban parte el politólogo, poeta y promotor cultural Jorge Hernández Campos (1921-2004), el ensayista, narrador, traductor, periodista y profesor Enrique González Casanova (1924-2004) y el poeta y profesor de origen nicaragüense Ernesto Mejía Sánchez (1923-1985).

Inicialmente publicaron unas exquisitas plaquettes de entre 8 y 20 páginas en un formato de 24 x 17 con diseño de Alí Chumacero (1918-2010), la primera de las cuales fue el poemario de Ernesto Mejía Sánchez El retorno, con una viñeta de Ricardo Martínez en la cubierta, del que se tiraron cien ejemplares numerados. A este siguieron Yo de amores qué sabía, de Francisco Tario (Francisco Peláez, 1911-1977); Sonetos, de Carlos Pellicer (1897-1977); Cuentos ( «El lay de Aristóteles», «El discípulo», «La canción de Peronelle», «Epitafio para una tumba desconocida» y «Apun­tes de un  rencoroso»), de Arreola; Poética, de Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013); el librito de grabados Homenaje a Sor Juana, de Juan Soriano (1920-2006); El hermano menor, de Jaime García Terrés (1924-1996); Cuentos: Una de cada tres y El centenario, de Augusto Monterroso (1921-2003), y El retrato de mi madre, de Andrés Henestrosa (1906-2008), a los que hay que añadir el libro, de noventa páginas, Breve diario de un amor perdido, de Tario, ya en 1951, con el que se cerraba la primera etapa de la colección.

En 1954 se inicia la serie de libros de mayor empaque con la que Los Presentes se convertirá en referencia en cuanto a descubrimientos de nuevos autores importantes, y es entonces cuando incorpora a su catálogo a varios miembros de la segunda generación del exilio republicano español de 1939, además de a otros de sus representantes más insignes (como Max Aub o Simón Otaola).

Tras unos primeros títulos hoy impresionantes (el primer libro de relatos de Elena Poniatowska y el primero de cuentos de Carlos Fuentes), en 1954 se publica como tercera entrega de la colección el relato Primavera muda, del entonces veinteañero valenciano Tomás Segovia (1927-2011), que se presentaba con una viñeta del murciano Ramón Gaya (1910-2005) en la cubierta. Las tiradas habían pasado a ser de quinientos ejemplares (setecientos en el caso del de Poniatowska, lo que acaso pueda interpretarse como un exceso de optimismo).

El séptimo número de esta segunda serie fue  el libro de cuentos del más veterano Max Aub (1903-1972) Algunas prosas, que luego quedaría subsumido en la edición de la barcelonesa Picazo La uña y otras narraciones (1972), pero el undécimo vuelve a corresponder a la obra de un hijo de exiliados, César Rodríguez Chicharro (1930-1984), con el poemario Eternidad es barro (1955), quien hasta entonces sólo había publicado Con una mano en el ancla (1952), impreso en los Talleres Gráficos de la Nación (donde trabajaba como cajista y corrector mientras cursaba estudios de lengua y literatura españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México).

También de 1955 son los Cuentos para vencer a la muerte, del debutante santanderino José de la Colina (1934-2019), con viñeta del Alberto Gironella (1929-1999) (número 19 de la colección), y Bertín, la única novela que publicó (no la única que escribió) el bilbaíno Roberto López Albo (1924-). Y todavía de 1955 es Siete poemas, un libro del que se tiraron ciento veinticinco ejemplares y que según escribió Óscar Mata «Tomás Segovia preparó y pagó la edición y pidió a Juan José Arreola permiso para usar el pie de imprenta de Los Presentes», así como Elegías, del filólogo y poeta nacido en Sant Feliu de Guíxols José Pascual Buxó (1931-2019), de las que se tiraron cien ejemplares.

A todos estos títulos cabe añadir el libro de relatos con que se estrenó como escritor de ficción el bilbaíno Rodrigo Mendirichaga (n. 1931), Un alto en el desierto (1956), del que se tiraron seiscientos ejemplares, Estos cojos del camino (1957), de Pío Caro Baroja (1928-2015), que había llegado a México en mayo de 1953 y acababa de incorporarse al cine mexicano como director con el cortometraje La Trinidad, S.A., y el libro de cuentos de Simón Otaola (1907-1980) El lugar ese…, que fue el último publicado bajo la responsabilidad de Arreola.

 Vale la pena consignar que, si bien Un alto en el desierto fue el número 48 y El lugar ese… el 61, el número 51 corresponde a la primera edición (con sólo nueve cuentos) de Final del juego (1956),de Julio Cortázar (1914-1984), quien hasta entonces había publicado únicamente Bestiario, en la argentina Editorial Sudamericana. A lo que hay que añadir por esas mismas fechas la recepción de un original de cuentos de Gabriel García Márquez (1927-2014), en un momento en que Arreola estaba gestionando la venta de la colección al librero Emilio Obregón, quien según cuenta Arreola en sus memorias «no editó nada durante el tiempo en que tuvo Los Presentes en sus manos, no tenía idea de lo que era el trabajo de editor y por eso un poco más tarde la vende a Pedro Frank de Andrea, quien la retoma y publica muchos títulos más».

El editor y activista político de origen canadiense Pedro Frank de Andrea (1912-1989), en el seno de la editorial que llevaba su nombre (Ediciones de Andrea), prosiguió con la labor emprendida, si bien globalmente su éxito fue bastante menor en cuanto al descubrimiento y promoción de nuevas voces. Aun así, siguió acogiendo obra de escritores españoles en una proporción importante, y de esta última etapa se incluye por ejemplo a Manuel Andújar (un libro de teatro con El primer juicio final, Los aniversarios y El sueño robado en 1962), a Josep Maria Camps (Tres obras dramáticas en 1961 y Dos Farsas en 1962) a Xavier Icaza y Ramon Xirau (De Chalma y de Los Remedios en 1963), al hispanomexicano Roberto Ruiz (la novela Plazas sin muros en 1960), a Ramón J. Sender (El diantre en 1958)…

A menudo se ha destacado la importancia del Fondo de Cultura Económica como editorial de acogida de los intelectuales y escritores del exilio republicano de 1939, sobre todo porque en él desempeñaron además funciones y tareas profesionales diversas muchos de ellos, pero, si se observa en proporción a la producción editorial, vale la pena subrayar también la importancia de la colección Los Presentes como la oportunidad que tuvieron muchos de ellos, y en particular los hispanomexicanos, de dar a conocer sus primeras obras, después de participar en iniciativas editoriales generalmente muy modestas y cuyo radio de influencia era mucho más restringido.

Fuentes:

Orso Arreola, El último juglar. Memorias de Juan José Arreola, México, Diana, 1998.

José Ramón López García «Primeras poesías de Ramon Xirau», Exils et migrations ibériques au XXe siècle, núm. 8 (2000), pp. 253-274.

Jacinto Martínez Olvera, «Semblanza de Editorial Los Presentes (1950- 1964)», en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes – Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) – EDI-RED, 2017.

Óscar Mata, «Los Presentes del maestro editor Juan José Arreola», Literatura Mexicana, vol. 13, núm. 2 (2002), pp. 187-214.

Óscar Mata, «Los Presentes», en Enciclopedia de la Literatura en México, 20 de marzo de 2018.


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